Toronto, ON – Decenas de trabajadores migrantes en Ontario se encuentran en una situación crítica luego del anuncio del cierre de la planta Highline Mushrooms en Wellington, en el condado de Prince Edward. La decisión, que afectará a cerca de 300 empleados, dejará a muchos sin empleo, beneficios laborales ni acceso al seguro de desempleo, una realidad que ha conmocionado a la comunidad agrícola y a los defensores de los derechos laborales.farmersforum+2
Highline Mushrooms, una de las mayores productoras de hongos en Canadá y considerada la mayor productora orgánica del mundo, anunció que cerrará su planta el 12 de diciembre de 2025, argumentando que las instalaciones ya no cumplen con los estándares de seguridad ni con las necesidades operativas modernas. La compañía trasladará la producción a su nueva fábrica automatizada en Leamington, conocida como la “Granja del Futuro”, equipada con robots y tecnología de inteligencia artificial.freshplaza+1
Golpe a los trabajadores migrantes
La mayoría de los empleados de la planta forman parte del Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales, un esquema que permite a empresas agrícolas contratar mano de obra extranjera por tiempo limitado. Muchos de estos trabajadores —provenientes de América Latina, el Caribe y Asia— han pasado años en Canadá, contribuyendo a la economía y separándose de sus familias, con la expectativa de estabilidad laboral.
“Estamos en shock. No sabemos qué hacer”, dijo uno de los trabajadores a medios locales. “Nuestro permiso está vinculado a esta empresa. Si cerramos, tenemos que regresar a casa… no queremos quedarnos ilegales en el país.”
Además, estos empleados, aunque pagan impuestos y contribuyen al fondo del seguro de empleo canadiense, no tienen derecho a recibir esos beneficios cuando pierden sus contratos. Sus permisos de trabajo cerrados les impiden buscar empleo en otras empresas sin reiniciar todo el proceso migratorio.
Sin opciones y bajo presión
Algunos trabajadores han denunciado haber laborado jornadas de más de 15 horas sin paga adicional, y que los paquetes de compensación ofrecidos por la empresa son mínimos: apenas 250 dólares canadienses para “facilitar la transición”, condicionados a que los empleados no hablen mal de la compañía.stlawyers
Organizaciones como Justice for Migrant Workers y el Centro Legal Comunitario de Parkdale han exigido al gobierno federal medidas urgentes para proteger a estos empleados. Entre las demandas están la creación de permisos de trabajo abiertos, acceso real a beneficios laborales y una investigación sobre las condiciones en las que estas empresas operan dentro del programa migratorio.
“Los trabajadores migrantes son considerados esenciales cuando el país los necesita, pero desechables cuando ya no son útiles”, señalaron los defensores en una carta dirigida al Ministerio de Empleo y Desarrollo Social.
Impacto económico local
El cierre también genera un efecto dominó en la economía regional. Cada año, la planta consumía alrededor de 1 millón de dólares en paja de trigo comprada a agricultores locales, un golpe adicional para el sector agroindustrial del condado. El alcalde de Prince Edward, Steve Ferguson, expresó su consternación, afirmando que “la pérdida se sentirá profundamente en la economía local y en la comunidad en general”.pictongazette+1
Highline Mushrooms, por su parte, asegura haber tomado “medidas significativas para minimizar el impacto”, prometiendo reubicar a algunos empleados en sus otras sedes en Ontario. Sin embargo, hasta el momento son pocos los trabajadores que han confirmado haber recibido ofertas o asistencia efectiva para quedarse en el país.stlawyers
Una reflexión necesaria
La situación de los trabajadores migrantes de Highline pone en evidencia una realidad frecuente: miles de personas llegan cada año bajo programas temporales que garantizan productividad al sector agrícola canadiense, pero ofrecen poca estabilidad y escasas protecciones laborales.
CHHA 1610 AM, como radio comunitaria al servicio de la comunidad latinoamericana, se solidariza con los trabajadores afectados y reitera su compromiso de dar voz a quienes no la tienen, promoviendo el debate, la dignidad y la justicia social para todos aquellos que sostienen con su esfuerzo la mesa de las familias en Canadá.



