En un contexto no alejado de las polémicas, finalmente el viernes 5 de agosto se da el puntapié inicial a los esperados Juegos Olímpicos que se realizan en la ciudad de Río De Janeiro.
Si bien , por motivos de extensión, algunas competencias como el fútbol femenino y masculino, ya se inicaron, la ceremonia inaugural es un evento importante y donde se espera que la ciudad anfitriona muestre su cultura y entregue un espectáculo que haga un llamado a la unidad, el honor y la solidaridad deportiva.
Los problemas que ha tenido la ciudad han sido en mayor medida por la preocupación de posibles contagios de Zika, los reclamos de algunas federaciones por las instalaciones en la Villa Olímpica y, en el exterior del país, la intensa polémica generada por la federación rusa, la cual llega diezmada en su número de participantes por los casos de doping detectados en algunas de sus ramas deportivas.
Sin embargo, hasta ahora, de acuerdo a portales noticiosos como La Tercera y La Nacion, la fiesta ya se comienza a vivir en el ambiente, la ciudad ha demostrado su hospitalidad y las instalaciones deportivas han llegado a acallar los rumores de mal acondicionamiento.
“Reclamos de Señoritos”
Una de las principales preocupaciones se gestaron hace unos días tras la llegada de algunas federaciones , quienes criticaron duramente la Villa Olímpica que les brinda alojamiento. De acuerdo a varias agencias noticiosas y La Tercera,  la federación argentina acusó a los edificos como “inhabitables”, el gimnasta rumano Marian Dragulescu consideró la villa carioca como la peor en la que ha estado,  la estrella de la NBA Andrew Bogut introdujo el irónico hashtag #IOCLuxuryLodging (“alojamiento de lujo”) en Twitter y la delegación australiana realizó decenas de polémicas críticas.
En tanto Mario Cilenti, director del recinto olímpico sostuvo que “No estamos ofreciendo lujo, sino lo básico”. La atleta chilena Simona Castro cambió este discurso crítico hacia los  organizadores  e incluso lanzó dardos para la anterior Villa en Londres :”Es una villa más. Y como hemos estado en este país antes, sabemos que los brasileños son más relajados. Quizás deportistas de otros países están acostumbrados a una atención más inmediata. También sabemos que acá no se pueden tirar papeles a la cadena (toilette), conocemos mejor los hábitos. Aquí tenemos aire acondicionado en las piezas y en Londres éramos muchos compartiendo un baño, mientras que acá eso no pasa”.
Hace un par de dias se abrieron las puertas de la Villa para la prensa y las opiniones comenzaron a cambiar para mejor e , incluso, un comentarista deportivo, Augusto Catoia, tras recorrer las instalaciones ironizó con las críticas catalogándolas como “reclamos de señoritos”.
Fuentes y Fotos: La Nacion, La Tercera