La auditora general de la provincia, Bonnie Lysyk, dio a conocer en su informe anual publicado hoy que Ontario desperdició el 38% de las dosis de la vacuna contra el Covid-19 entre febrero y junio de este año. Una de las razones fue la sobreestimación en la demanda de refuerzos. Aúnado a esto, se descubrió que el gobierno tenía un sistema de reserva desorganizado y que no se lleva a cabo un seguimiento completo de las vacunas para adultos.
En el informe, Lysyk dijo que el desperdicio total anual de la vacuna fue del 9% o 3,4 millones de dosis. Además, aseguró que eso pudo haberse evitado con una mejor previsión de la demanda.
También se identificaron problemas con el sistema de reserva de citas para vacunarse, ya que la provincia creó su propio portal, pero cerca de la mitad de las unidades de salud pública están utilizando sus propios métodos, mientras que algunos hospitales, farmacias y empresas privadas usan otros mecanismos más.
Y con un sistema de reserva fallido y confuso, se tienen más posibilidades de caer en el despilfarro de dosis. De acuerdo a la auditora general, ésta es una de las razones principales que pudieron haber contribuído a los números tan elevados de desperdicios.
