Leche con sabor a leche pero sin una molécula de leche, el novedoso invento de tres chilenos que comienza a comercializarse

23 June 2016 / by CHHA 1610AM

1931318_43533962234_2186_n Por Carlos Parada

Leche que sabe a leche, pero que no tiene ni una gota de leche, sólo moléculas de plantas, es uno de los productos con que tres jóvenes chilenos quieren revolucionar la industria alimentaria mundial.  Se trata del emprendimiento The Not Company, que se traduciría como “la compañía de lo que no es. Su foco es hacia la inteligencia artificial hecha comida. Sus productos, que a partir de julio estarán en una cadena de supermercados en Chile, van a exhibirse en la misma góndola que la de su competencia industrial, a precios de mercado, y no en las de productos naturales.

Si el producto es exitoso, se proyecta lanzarlo a nivel latinoamericano. Karim Pichara, Matías Muchnick y Pablo Zamora son los tres socios y amigos tras esta iniciativa. Ellos buscan implementar este tipo de productos tanto para las personas que tengan ciertos tipos de intolerancias alimenticias como para quienes busquen una vida mas saludable y con menos calorías. Asi como también, este emprendiniento intenta competir con las transnacionales gigantes que utilizan transgénicos, que torturan a los animales y utilizan contaminantes para lograr productividad.

Según un reportaje de la revista Paula, el cerebro de The Not Company “”un emprendimiento que nació para imitar productos animales con componentes vegetales”” no es Matías Muchnick, su socio fundador, sino que Giuseppe, un computador, bautizado en honor a Giuseppe Arcimboldo, el pintor italiano del siglo XVI que hizo retratos humanos a partir de frutas, verduras y animales que funcionan como una ilusión óptica.

Matías Muchnick indica que así como ese vaso de leche, que no es leche, está hecho utilizando una gama de flores, vegetales, hongos, granos y semillasde, la compañía suma sus otros inventos: el chocolate de champiñones y la mayonesa de lupino.

Los productos de The not company son 100% vegetales, naturales y no usan alergénicos ni transgénicos. Pero más que nada, y eso es lo que inspira a Muchnick, son sustentables. “Para hacer esta mayonesa ocupamos el 2% del agua, un 5% de la extensión de la tierra y el 1,5% de la energía que usa una mayo normal para ser procesada. Gases invernaderos casi no tenemos, por eso estamos certificados como una empresa B”, dice Muchnick, que está trabajando en un huevo sin huevo, quiere hacer un jugo de naranjas que no tenga naranjas (hay una bacteria que está perjudicando las plantaciones en el mundo), y en la reconstrucción de un bistec de carne usando la impresión 3D. El sangrado natural que se produce al cortar un pedazo de carne  se puede reconstruir con las moléculas de un poroto. “Si voy hacer un bistec, tiene que sangrar”, dice el cabecilla de este novedoso emprendimiento.

Fuente y Foto :Paula