En plenas elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde el candidato republicano Donald Trump promete construir un gran muro en la frontera entre México y su vecino del norte para supuestamente evitar la entrada de indocumentados, simultáneamente en Europa surge una gran polémica por la construcción del denominado “gran muro de Calais”.
La edificación será será instalada con un objetivo polémico: intentar detener el acceso de los inmigrantes a la zona del puerto de Calais, desde donde salen los barcos hacia Reino Unido que conectan el norte de Francia con el sur de Inglaterra.
El muro de cuatro metros de alto y un kilómetro de extensión será erigido a ambos lados del camino principal que lleva al puerto de Calais.
De acuerdo a un informe publicado en el portal noticioso El Mostrador, Se estima que el costo de la obra se ubica en torno a US$2,5 millones.
En la misma publicación, se indica que el ministro británico para asuntos migratorios, el conservador Robert Goodwill, explicó ante la Cámara de los Comunes que los recursos provendrán de un fondo de US$22 millones para aumentar la seguridad en el puerto.
El anuncio de la construcción del muro en Calais ha sido criticado por varias agrupaciones de derechos humanos y tambien por la Road Haulage Association, organización que agrupa a las empresas de transporte por carretera de Reino Unido.
“Es una pérdida de dinero. Al construir este muro cerca del puerto de Calais, los problemas se desplazarán un poco más allá”, dijo a la BBC Richard Burnett, director ejecutivo de la organización de transportistas.
“Hay unas mafias de tráfico de personas altamente organizadas, preparadas para bloquear los caminos y crear unas colas que les den la oportunidad de montarse en los camiones para cruzar hacia Reino Unido. Eso ocurrirá con la amenaza de la violencia”, agregó.
En declaraciones recogidas por el diario británico The Guardian, François Guennoc, de la ONG Auberge des Migrants, que trabaja en Calais, “este muro solo hará que los inmigrantes tengan quue ir más lejos para atravesarlo”.
“Cuando levantas muros en cualquier lugar del mundo, la gente encuentra maneras de saltarlos. Es una pérdida de dinero. Puede hacer que las cosas sean más peligrosas. Aumentará las tarifas de los traficantes de personas y la gente acabará asumiendo más riegos”, señaló Guennoc.
Fuente: El Mostrador, BBC
Foto: EP