Reacción en Boston: Azulejos barren a los Medias Rojas con autoridad

15 November 2025 / by Manuela Astudillo
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Fenway Park, Boston – 9 de abril de 2025

Después de unos días grises y llenos de cuestionamientos tras la barrida sufrida frente a los Mets de Nueva York, los Azulejos de Toronto respondieron en el momento justo y en un escenario histórico. Entre el 7 y el 9 de abril, en Fenway Park, el equipo canadiense firmó una serie perfecta de tres victorias sobre los Medias Rojas de Boston, con marcadores de 6-2, 6-1 y 2-1. Una demostración de consistencia ofensiva, solidez sobre el montículo y capacidad de reacción ante la adversidad.

Un giro de timón necesario

El viaje a Boston llegaba en un momento delicado. La derrota en tres juegos ante los Mets había dejado al equipo con marca de 5-6 y más dudas que certezas. Las críticas se centraban en la baja producción ofensiva y en algunas salidas erráticas de su rotación abridora. Con un calendario que no daba respiro, la serie interligas en Nueva Inglaterra se presentaba como una oportunidad crucial para comprobar de qué estaba hecho este plantel.

El mánager John Schneider no dudó en ajustar piezas. Movió el orden ofensivo, apostó por abrir la serie con José Berríos, su as disponible, y dio mayor protagonismo a jugadores que venían reclamando minutos. La respuesta fue inmediata y contundente.

“Sabíamos que no podíamos seguir a la deriva. En Nueva York nos vimos superados en todos los aspectos, pero este grupo tiene orgullo y talento. En Boston salimos a imponer nuestro juego desde la primera entrada”, declaró Schneider tras el último duelo.

Juego 1: Un comienzo explosivo (6-2)

El lunes 7, la ofensiva de los Azulejos salió encendida desde el primer lanzamiento. George Springer, que venía con un inicio de campaña discreto, fue el catalizador del ataque. El veterano jardinero derecho, a los 36 años, demostró por qué sigue siendo un jugador de elite al conectar cuatro sencillos en el encuentro, tres de ellos productores de carreras.

José Berríos, en su primera salida, fue absolutamente dominante. Permitió apenas dos carreras en siete entradas completas, con cinco ponches y un control impecable. El derecho canadiense lanzó 118 lanzamientos, 77 de ellos strikes, y nunca perdió el dominio sobre los bateadores de Boston.

“Empezar la serie pegando primero fue vital. Nos devolvió confianza y dejó claro que estábamos para competir”, dijo Springer con una sonrisa de satisfacción tras la victoria.

Vladimir Guerrero Jr., la estrella ofensiva del equipo, también dejó su marca con un sencillo productor en la tercera entrada. Will Wagner agregó un sencillo productor adicional, y Andrés Giménez demostró su versatilidad con un sacrificio volante que permitió anotar una carrera más.

La defensa de Toronto fue impecable. Una atrapada espectacular de Daulton Varsho en el jardín central en el séptimo inning evitó que Boston acortara distancias. El bullpen selló sin contratiempos con el marcador favorable.

Juego 2: Dominio absoluto (6-1)

Si el primer duelo fue sólido, el martes 8 rozó la perfección. Yusei Kikuchi, el zurdo japonés que los Azulejos confiaban para sus aperturas cruciales, firmó una de sus mejores actuaciones como Azulejo: siete entradas de apenas cuatro hits y una carrera limpia, con nueve ponches.

El desempeño de Kikuchi fue tan dominante que Boston apenas pudo inquietar la defensa visitante. Los Medias Rojas conectaron solo cuatro hits en toda la noche, una estadística que refleja el control absoluto del lanzador.

En la ofensiva, George Springer continuó con su despertar. Sumó tres imparables, incluyendo un triple de dos carreras en la tercera entrada que impulsó a sus compañeros. Guerrero Jr. volvió a destacar con un sencillo productor, y Bo Bichette, el joven infielder que regresaba de lesiones, aportó con un jonrón solitario que silenció a la afición local.

“Kikuchi tuvo un comando perfecto. Cuando lanzamos así y jugamos buena defensa, somos un equipo muy difícil de superar”, mencionó Guerrero Jr. con satisfacción.

Con esta victoria, los Azulejos tenían la serie asegurada y la posibilidad de completar una barrida perfecta en el tercer y final encuentro.

Juego 3: Resistencia y cierre (2-1)

El miércoles 9 fue un juego distinto: cerrado, tenso y decidido por pequeños detalles. El marcador apretado reflejó la intensidad de ambos equipos. Kevin Gausman, el as de los Azulejos, mostró carácter al lanzar ocho innings sólidas con diez ponches, permitiendo solo una carrera.

Toronto anotó sus dos carreras en la cuarta entrada gracias a una combinación ofensiva perfecta. Ernie Clement conectó un sencillo al jardín derecho, y una buena estrategia de béisbol permitió a los Azulejos imponer un marcador favorable que defendería hasta el final.

Gausman fue prácticamente intocable a partir del quinto inning. En la novena entrada, con un corredor en posición de anotar y dos outs, Jordan Romano lanzó una recta de 97 mph que provocó un rodado suave a tercera. La jugada se convirtió en el último out y selló la barrida.

“Estos son los juegos que fortalecen a un equipo. Ganar por margen amplio es bueno, pero ganar uno apretado, en casa de un rival histórico, vale doble”, afirmó Gausman, visiblemente satisfecho.

El despertar de George Springer

Uno de los aspectos más comentados de la serie fue el rendimiento de George Springer. El veterano jardinero derecho, pilar en la alineación, había empezado la temporada con números discretos. Sin embargo, en Fenway mostró el bate oportuno y la energía que lo caracteriza.

En los tres juegos acumuló diez hits, incluyendo tres extrabases y seis carreras impulsadas. Más allá de las estadísticas, su presencia en el plato transmitió confianza al resto de la alineación. Los jóvenes bateadores miraban a Springer como referencia, observando cómo un veterano de su edad seguía siendo una amenaza.

“Me sentí más suelto. Parte de mi trabajo es encender la chispa, y esta serie me recordó lo divertido que es estar ahí afuera”, comentó Springer con genuina satisfacción.

Impacto en la clasificación y el ánimo

Con las tres victorias, los Azulejos mejoraron su récord a 8-6 y escalaban posiciones en la División Este de la Liga Americana. Aunque la temporada era larga aún, este tipo de actuaciones ante rivales de calidad podían marcar diferencias en la carrera por los playoffs.

La barrida, además, sirvió para reforzar la cohesión interna. Jugadores y cuerpo técnico coincidieron en que la serie en Boston fue un punto de inflexión para el equipo.

“Esto no significa que ya no tengamos problemas por corregir, pero sí demuestra que podemos responder bajo presión”, analizó Schneider en una sesión con la prensa.

Lo que viene

Toronto regresaría a casa para enfrentar a los Orioles de Baltimore en una serie crucial de tres juegos. El reto sería mantener el impulso y evitar la irregularidad que marcó el inicio de temporada.

Boston, por su parte, tendría que recomponer el rumbo rápidamente, pues recibiría a los Yankees de Nueva York en una serie que siempre despierta pasiones.