En medio del fenómeno de la entrada masiva de refugiados a territorio canadiense huyendo de las nuevas condiciones políticas de Estados Unidos, los agentes fronterizos del vecino sureño de Canadá que trabajan en aeropuertos, estaciones de tren y terminales marítimas podrían tener mayores poderes en territorio canadiense, sostiene un reporte de Radio Internacional Canadá.
El gobierno canadiense está considerando favorablemente un proyecto de ley C-23, que fue presentado por el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, en el Parlamento canadiense antes de que  Donald Trump gane las elecciones en Estados Unidos.
“Cuando este proyecto legislativo fue presentado en el Parlamento canadiense, no existían órdenes ejecutivas ni prohibiciones de ingreso de parte del gobierno estadounidense”, explica Howard Greenberg, un abogado en inmigración en Toronto.
Ãl fue uno de los consejeros del gobierno en la redacción de las leyes en vigor en Canadá sobre la pre-inspección y verificación en materia de inmigración.
Esas leyes permiten a los ciudadanos canadienses evitar las largas filas de control de inmigración que deben hacer los ciudadanos de otros países al ingresar a Estados Unidos.
El problema ahora es que si un canadiense decide que no quiere someterse al control de los agentes estadounidenses y decide irse, puede ser acusado de no cooperar con las autoridades, una acción que bajo los términos de la nueva ley, es una ofensa por la cual uno puede ser arrestado, explica el abogado experto en inmigración, Michael Greene.
Fuente : Racinet
Foto: SL